A MIS BUENAS AMISTADES

Un soneto me manda hacer mi gente.
Dicen que tienen mucha, mucha prisa.
Tanta premura me produce risa 
al no hallar la rima de repente.

Es preciso pensarlo lentamente,
buscar un verso que termine en “isa”
y acabando éste, ya te avisa
que ha parido la estrofa repelente.


Quieren que esté antes de la una,
solo me quedan catorce minutos,
ya me ilumina la luz de la luna,


voy viendo, del árbol, caer sus frutos
que acarician mi noche perruna
de ladridos y pensamientos brutos.

Miguel Colomer Hidalgo, enero 2020