viernes, 6 de mayo de 2016

RECORDANDO TIEMPOS PASADOS

Ayer, día 1 de mayo, repusieron en “La 2” la vieja película Currito de la Cruz. He escrito “vieja” y me arrepiento porque es tal la frescura, que parece que la acabaran de estrenar. Empecé a verla, hice un par de veces zaping y en seguida volví a ella hasta el final. No puedo saber con exactitud las veces que la he visto, sí, sé que son muchas, de manera que me voy anteponiendo a lo que acontece.

¿Cuál fue el secreto de su éxito? 

De una parte: los actores y actrices (no supimos valorarlos) todos y cada uno interpreta su papel de manera excelente. El cínico y canalla: Jorge Mistral, la víctima enamorada y engañada: Nati Mistral, el ingenuo y magnifico torero: Pepín Martín Vázquez; el padre, hombre cabal y orgulloso: Manuel Luna, la gracia y desparpajo de Tony Leblanc, la humanidad y bondad de la madre superiora, el mediador y buen consejero: Juan Espantaleón, Felix Fernández banderillero y novio de la mesonera gallega, pletóricos de compasión y generosidad; la expresividad de Angel de Andrés capaz de escenificar con mímica una faena taurina desde el início hasta el final con orejas y rabo incluidos, Pepe Isbert, jugando a los toros con la chiquillería; el cirujano que con solo su mirada les dice que “no hay remedio” a la cuadrilla que llora desconsolada la muerte de Romerita, la lágrima del “picaor” que hasta él es buen actor.

De otra: el director Luis Lucia. Conocía el arte de pasar de lo trágico a lo cómico en lo que va de una escena a otra. Sabía perfectamente tocar la fibra sensible del espectador, sin abusar, de ahí que le hacía pasar de la lágrima a la risa en “una vuelta de página”. Iba llevando al espectador, como quien va con un niño de la mano para que no se pierda, enseñándole a cada paso lo más bonito y lo más interesante, Luis conocía el arte de saber contar historias porque además conocía a su público y sabía lo que le gustaba.

Dicen de él que era una gran persona, aunque tenía fama de “mal genio”, y no, es que cuando dirigía se enfadaba si algo no salía como lo había concebido y no de cualquier manera.”El que dirige soy yo y quiero lo mejor para mi público”.

Voy a contar algo anecdótico que viene a cuento de lo que antecede. Fue esta la película que mayor número de espectadores ha tenido en toda su historia el CINE COLOMER con más de ocho mil personas que, a buen seguro, repitieron en los distintos años en los que fue reprisada.


Miguel Colomer Hidalgo

Mayo 2016

GINÉS MARTÍNEZ DE ARANDA

Baeza 1556 – Castillo de Locubín 1622.

Realiza la obra de la Fuente de Santa María de la que Federico García Lorca diría: “Fuente de severidad pagana, que parece el cuerpo final de un arco de triunfo al que la tierra se hubiera tragado”.

En 1585 se traslada a Castillo de Locubin donde se casará y nacerán sus hijos, dos de ellos serán arquitectos. Junto con su sobrino y discípulo Juan de Aranda llevarán a cabo la construcción de la iglesia de San Pedro en dicha localidad.

Nuevamente cambiará su domicilio a Alcalá la Real y será nombrado Maestro Mayor, realizando trabajos en la fortaleza de La Mota.

Será Maximiliano de Austria, obispo de Cádiz quien lo llevará consigo para hacerlo maestro de obras del cabildo gaditano, aquí construirá la iglesia de Santa Cruz o Catedral Vieja, dedicando en esas fechas trabajos en la Cartuja de la Defensión en Jerez de la Frontera.

En 1603 Maximiliano es nombrado arzobispo de Santiago de Compostela y lo traslada con él. Le va a encargar las escaleras de acceso de la fachada del Obradoiro, el famoso estribo de la Torre de las Campanas; continuará su labor en el monasterio benedictino de San Martín de Pinario, será artífice del claustro del convento de San Francisco y del diseño del colegio de San Clemente.

Fue breve el tiempo que el arzobispo pudo ejercer como tal, ya que la muerte le sobrevino en 1606.
Tras el fallecimiento de éste, Ginés tomará la decisión de regresar a su tierra, probablemente cansado de deambular por tantos lugares. Su obra se oscurece a partir de estas fechas y apenas se sabe de él hasta su final en 1622.



Miguel Colomer Hidalgo

Mayo 2016

domingo, 1 de mayo de 2016

JUAN DE ARANDA Y SALAZAR

Castillo de Locubín 1605*-1664. Su cuerpo descansa en la catedral de Jaén.

Fue discípulo de su tío Ginés Martínez de Aranda, quien,, entre sus múltiples proyectos,,interviene como maestro de obras en la catedral de Santiago de Compostela. Trabajaron conjuntamente en la iglesia de San Pedro Apóstol de Castillo de Locubín.

Su dilatada obra quedará reflejada a lo largo de su vida en proyectos concretos en las catedrales de: :Córdoba, Granada, Sevilla, Toledo y Jaén donde fue llamado en 1634 por el obispo Baltasar Moscoso y Sandoval para continuar el trabajo iniciado por Andrés de Vandelvira en dicha catedral.

Adquiere gran renombre a partir de aquí y comienzan sus obras en Andalucía, especialmente en la provincia de Jaén.

En 1642 darían comienzo las primeras piedras en la capilla del Señor Santiago de CASTELLAR, bajo el patrocinio de Don Mendo de Benavides y la dirección arquitectónica de Aranda, siendo obispo de la diócesis Don Baltasar Moscoso, finalizándose éstas en 1648. La abundancia de bienes materiales nos da idea del tiempo récord en que se realiza su ejecución.

Es también en estas fechas cuando se acomete la construcción de la fachada principal de la Parroquia, el escudo nobiliario de Moscoso en la sacristía (destruido accidentalmente en obras recientes) lo atestigua. La semejanza de estilo con la Capilla de Santiago hace pensar que también es obra de Aranda.

Podriamos decir que es Juan de Aranda creador de un estilo propio entre herreriano y renacentista, donde expresa como modelos El Ecorial y la Basílica de San Pedro en Roma en su creatividad.Va a utilizar dobles frontones curvos y triangulares, estipites, guirrnaldas y florones,ventanas termales, molduras acodadas y cajeadas, placas recortadas,estilo geométrico sencillo todo ello dentro de un estilo clasicista.

En la capilla de Santiago va a introducir, tal vez por asesoramiento de Don Mendo, un cierto “carácter militarista” de acuerdo con la Orden a quien está dedicado el templo. Serán las ventanas de la torre en forma de arpillera, las tres ménsulas en uno de los lados de ésta que darían lugar a un matacán inacabado, las lanzas que componían la verja que rodeaba la fachada y el propio Santiago en actitud belicista.

La historiografía nos habla de la notoriedad de este edificio, como uno de los más importantes construidos en la provincia en el siglo XVII, tanto por su belleza estética y solidez como en su misión pastoral, docente y foco cultural en musicología. Compondrían el coro voces de tenor, barítono y bajo; acompañados de arpa, viola,a chirimía y sobre todo órgano, instrumentado por el maestro de capilla quien accedía al cargo mediante oposición entre maestros organistas de diversas catedrales o colegiatas.

En 1693 esta capilla fue elevada a colegiata por influencia de Don Francisco de Benavides ante el Papa Inocencio XII.


Completa el listado arquitectónico de Aranda su legado en poblaciones como: Andujar, Alcalá la Real, Arjona, CASTELLAR, Cabra de Santo Cristo, Jodar, Linares, Luque, Mancha Real, Puerto de Santa María y Villacarrillo.


He querido recordar la figura de este insignie arquitecto (maestro de obras) que aunque el paso del tiempo empolve su recuerdo, salga éste a la luz y no caiga en el olvido.



Miguel Colomer Hidalgo

Mayo 2016






*La fecha de nacimiento es aproximada.

MÁS… QUE…

Es tan rica nuestra lengua que, entre refranes, frases hechas o expresiones jocosas, intercalamos esa chispa de humor que nos hace sonreí...