DISCURSO DE INAUGURACIÓN
DEL AULA-MUSEO.
Sr.
alcalde, señoras, señores. A todos, muchas gracias por su
presencia.
Es
este el día en que celebramos la inauguración de nuestra AULA-MUSEO
como homenaje al profesorado de esta Villa.
En
su creación hemos puesto todo el entusiasmo y afán para que su
resultado final fuese lo más digno posible, quedasen reflejados el
mayor número de personas y objetos que la constituían. Desde el
suelo al techo, buscando una iluminación aérea que haga destacar
los murales que adornan las paredes. Entre ellos: “el Cuadro
Homenaje”, mapas, láminas, reproducción de Anuario de 1912,
retratos del fundador de la RAE y su esposa, que contrajeron
matrimonio en esta Colegiata, un expositor con libros de distintas
épocas, juegos, fotos de alumnos y alumnas de diversos años,
aparatos de Ciencias Naturales, enseres, horarios etc. etc.
Puedo
asegurar que sin la ayuda de ambas entidades, Ayuntamiento y
Asociación, no hubiera sido posible conseguir el objetivo que nos
propusimos un día desde la Asamblea celebrada hace más de un año.
También queremos agradecer el trabajo realizado por los
profesionales que han intervenido en las distintas obras y han dejado
huella de su buen hacer.
Es
así que gracias a todos, hoy tenemos un rincón más en este centro
y que es ya para Castellar y las personas que nos visiten de otros
lugares.
El
pasado nos lleva a un punto en que la historia de la pedagogía se
detiene, se actualiza al revivirla y compararla con el presente y
camina hacia un futuro donde la labor del maestro/a sea siempre
reconocida y valorada.
Permitidme
que os lea un cuento donde un relato en el que lo ficticio concuerda
con lo real rozándose levemente.
Érase una vez una niña
que vivía en un colegio, al lado de una pequeña iglesia, desde
tiempos remotos.
Un día, a finales del mes
de junio del año 2017 llegó hasta allí una excursión de
visitantes procedentes de un pueblo de Castilla. Deambulaban por
aquel Centro, fotografiando sus rincones cuando, al pronto, la
encontraron calladita, como era costumbre en ella, algo sucia; pero
tan bonita como siempre.
Un anciano le preguntó:
- Niña, ¿Qué haces ahí?
- Nada
Contestó ella
-¿De dónde eres?
-De aquí
-¿Y tus padres?
-No tengo
-¿No tienes familia?
No, ni hermanos, ni amigos.
Todos se fueron hace muchos años.
-Y tú ¿Cómo no has
envejecido?
Y les contó con pocas
palabras que un capellán natural de Baeza y que era su profesor de
química, le dio a beber una pócima y le dijo que se mantendría así
hasta final del año en que estamos y que si alguien no lo remediaba,
dándole vida y esplendor, moriría.
Poco a poco aquellos
ancianos se habían ido arremolinando en torno a ella. Se miraban
mientras corrían por sus mentes múltiples soluciones.
-Lo primero que hay que
hacer es asearla.
Dijo una señora de aspecto
pulcro.
-Yo le compraré un
vestido.
Intervino otra de rostro
bonachón.
-Yo, unos zapatos…
Y así todos querían
aportar algo.
Y la niña “sin nombre”
lloraba de alegría.
-¡Hay que bautizarla!
Apostilló el cura que los
acompañaba.
¿Y qué nombre le ponemos?
Aprovechando que hoy es San
Pedro y San Pablo, le podríamos poner Petra.
Rieron todos a un tiempo.
-Pobrecita, qué penita…
no, no, no.
-Pues Paula, que también
es San Pablo.
-Eso es otra cosa, asintió
la mayoría.
-Vayamos a preguntarle si
le gusta ese nombre.
-Sí, dijo ella, es bonito.
Quedó pensativa unos
momentos…
-Me parece excesivo ese
nombre para mí, yo soy muy poca cosa. ¿Qué os parece si quitamos
la P inicial y lo dejamos en Aula.
Y así esa niña se
convirtió en una preciosa jovencita, quizás la más guapa de las
que así se llamaban.
Poco a poco se llenó de
regalos de cuantas gentes acudían a verla y a escucharla contar
historias muy interesantes.
Al fin pidió un último
deseo: Que su apellido fuese “Del Profesorado”-
-¿Y el segundo…?
Preguntó un chiquillo, muy
gracioso, que no se había perdido detalle de lo acontecido.
“De CASTELLAR”,
contestó ella muy emocionada.
Y así nació la nueva AULA
DEL PROFESORADO DE CASTELLAR
Y COLORÍN COLORADO, ESTE
CUENTO SE HA ACABADO...
De
nosotros depende el cuidado y cariño hacía este pequeño museo, que
hoy comienza su andadura, para hacer que tenga larga vida y mejore
con los años.
De
nuevo gracias a todos y por todo.
25
de Noviembre de 2017
Miguel
Colomer Hidalgo.